Mekfoule Ahmed. La vida como lucha
Mekfoule Ahmed es una de las mujeres más jóvenes en el movimiento de mujeres mauritano. Bajo su tímida sonrisa se esconde una gran fuerza que manifiesta cuando expresa sus ideas en público, con una contundencia inédita en una sociedad en la que las mujeres jóvenes no tienen mucho espacio para expresarse. Mekfoule se ha propuesto cambiar esto desde la organización ETKELMI, trabajando en colectivo para que las mujeres mauritanas sean libres de soñar y capaces de materializar sus sueños, desde la sororidad.
Mekfoula Ahmed nació en Atar (Mauritania) en 1993 en el seno de una familia muy conservadora. “Somos sólo dos hermanas, no tenemos hermanos, eso nos ha ayudado.
Me crié en un medio muy feminista en el que hay sólo mujeres. Tal vez sea por eso que yo no he sufrido el estrés y la discriminación que viven otras chicas. Yo he tenido una infancia tranquila y feliz y eso me ha ayudado mucho en mis estudios”.
Su madre nunca ha trabajado fuera de casa y se ha encargado de su crianza empujándole a estudiar. “Mi madre no ha podido estudiar pues su padre no se lo permitió. Siempre me anima a que yo aprenda y no viva su situación”.
El crecer entre mujeres, además de haberle evitado un gran número de presiones, le ha ayudado a detectar las barreras que sufren y las situaciones de discriminación a las que se ven sometidas. “Sin embargo, mi interés por los derechos de las mujeres y mi mentalidad feminista surge con el encuentro de otras mujeres jóvenes y leyendo libros de escritoras como Simone de Beauvoir, Emma Goldman y otras autoras árabes. Descubro muchos libros feministas que me cambian la mentalidad, mi percepción de la sociedad, y empiezo a plantearme cómo puedo influir en ella, qué puedo aportar. La situación de las mujeres en la familia, nuestro orden secundario en la sociedad hace que ocupemos roles y responsabilidades secundarios. Como denuncia Simone de Beauvoir somos el segundo Sexo. Descubro mi conciencia feminista al lado de otras.”.
Sus referentes intelectuales fueron principalmente extranjeros. “En Mauritania no hay muchas mujeres que escriban textos feministas o sobre la situación de las mujeres, y las que lo hacen son francófonas”.
No obstante, Mekfoule se interesa por los derechos de todas las mujeres y cree que es necesario conocer los discursos y reivindicaciones de otros países. “Es importante buscar referentes en todas partes. Buscamos nuestra existencia, nuestra imagen clara delante de nosotras mismas y eso no se encuentra solo en nuestro país”.
Internet y las redes sociales (facebook, twitter…) fueron fundamentales para ella. Es de esta forma que se acerca a lo que ocurre en otras partes del mundo, descubre otras formas de pensar e intercambia ideas con personas de dentro y fuera del país. Es así que va surgiendo su deseo de militancia.
“Inicialmente sentía que la situación que vivimos las mujeres no es normal, pero no podía analizarla sola. Encontré a otras jóvenes con mis inquietudes y pasamos unos 8 meses intercambiando ideas, detectando y analizando problemas y pensando en cómo podemos solucionarlos. Fue de estos intercambios que surgió en 2011 ETKELMI como medio de reclamar nuestros derechos. Nos dimos cuenta de que teníamos realmente necesidad de ejercer nuestros derechos. No sólo de pedirlos, sino de exigirlos.”
ETKELMI quiere decir “Exprésate” en árabe, y es un llamado a la expresión, a la denuncia. “Inicialmente las mujeres tienen que hablar, expresarse, comunicar sus ideas. Es lo que vivimos nosotras. Inicialmente tuvimos la necesidad de hablar, de intercambiar entre nosotras, y pensamos que el resto de mujeres también lo necesita. Hablar sobre sus problemas, los temas que nos tocan a las mujeres. Por eso escogimos este nombre. Empezamos escribiendo artículos, haciendo debates, intercambios, leyendo mucho… Después comenzamos a plantearnos el cómo podemos llegar a las mujeres, en cuál sería la mejor estrategia para estar en contacto e intercambiar con ellas. También nos planteamos el cómo transmitir nuestras ideas. Hasta ahora hemos conseguido continuar, aunque hay muchas dificultades. Hay muchas cosas que todavía no hemos podido hacer, como el café feminista, algunos documentos… tenemos muchas ideas”.
La militancia en la asociación le ofrece ciertas dificultades, aunque su situación familiar es mejor que la de algunas de sus compañeras. “No se puede cambiar el sistema sin tocar la sociedad, y cuando la tocas eres atacada. No es fácil, hay cosas que son muy sensibles. Actualmente evitamos enfrentarnos a algunos de los temas más sensibles. A pesar de esto, algunas de mis compañeras no han podido continuar en la organización porque a su entorno no se lo permiten; les recriminan estar contra la sociedad. Les dicen que o bien continúan con ETKELMI o con la sociedad, es decir, con sus familias. Obviamente, escogen su familia pues es una elección demasiado difícil”.
Los problemas que sufren las mujeres en Mauritania son profundos. “No podría ordenarlos según importancia…. Vivimos en la carencia de derechos. Violencias, falta de libertad para tomar decisiones y orientar nuestras vidas… Son problemas que nacen con nosotras. El principal problema es el sistema social que nos limita; las costumbres, tradiciones, la esclavitud… El objetivo de ETKELMI es conseguir el ejercicio de nuestros derechos, los derechos de las mujeres. Queremos también cambiar el espíritu de la sociedad. Cambiar las leyes, los artículos del código penal, dar más seguridad jurídica a las mujeres. No vamos a conseguirlo fácilmente, hay que luchar para encontrar la existencia que queremos. Debemos exigir lo que queremos. Siempre habrá obstáculos y dificultades, pero si tenemos la voluntad de sobrepasarlos, lo haremos”.
EKKELMI está en contacto con otras organizaciones de mujeres y de la sociedad civil de Mauritania y cuenta con algunas personas que apoyan la organización. “Estamos en contacto con otras organizaciones de mujeres y jóvenes, especialmente desde que empezamos con el programa Voces de Mujeres. Este programa nos ayudará para conocer bien la situación de las chicas, tendremos unos datos de base. Queremos escucharlas, ver sus sueños, vida cotidiana, obstáculos…”.
Mekfoule estudia derecho en la Universidad de Nouakchott, aun sabiendo que el ejercicio de esta profesión en Mauritania es casi imposible para una mujer. “Prefiero esta orientación porque quiero ayudar a las mujeres a acceder a la justicia. Actualmente las chicas de ETKELMI necesitamos tener una buena experiencia académica para saber todo lo necesario sobre nuestros derechos y cómo defenderlos, para buscar las mejores soluciones”.
De lo que más se siente orgullosa es del aporte e intercambio con otras mujeres, de su actitud positiva y su dinamismo. Son estos los pilares de su evolución.