KARLA LARA. La abeja rebelde de la música hondureña
Karla Lara nació en Tegucigalpa el 14 de junio de 1968, siendo la tercera de cuatro hermanas y un hermano. Su padre era economista y fue gerente de una empresa de alimentos durante varios años.
“Por razones políticas le despidieron y se fue a su pueblo, San Juancito. Se dedicaba a la agricultura (cultivaba café y hortalizas) y a hacer mermeladas y encurtidos. Mi mamá era ingeniera civil pero tuvo artritis rematoidea desde los 32 años y tuvo que dejar de ejercer; siempre trabajó con mi papá”.
En su casa el arte estuvo siempre presente. “A mi padre le gustaba que hubiera en la casa actividad artística. También trabajamos desde muy pequeños. Mi papá y mi mamá tenían esa idea del rigor, de lo que el trabajo te aportaba”.
Ella comienza a los 16 años a cantar en el coro de la Universidad y en Rascaniguas.
Rascaniguas[1] fue un movimiento artístico rompedor que nace en la Honduras de los 80 en la escuela de Bellas Artes; es el primer grupo que hace teatro musicalizado en ese momento. Tras el grupo de teatro nace el musical. Por Rascaniguas han pasado un inmenso número de artistas esenciales en la historia del país: Rafael Murillo, Tito Ochoa, Mariano Rodríguez, Karla Lara, José Nery Lara (el Chino), David Herrera,…. Fue la semilla de muchos grupos musicales y el inicio de la carrera profesional de muchos artistas del mundo del teatro.
Karla es la única de sus hermanos que no terminó la universidad pues abandona lo estudios de trabajo social con 17 años. “Una historia sentimental…. A raíz de eso me saca mi papá del país porque no hallaba que hacer conmigo y me fui a México”.
En México inicia su historia de militancia con el FMLN[2] (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional), siguiendo la relación política que existía ya en su familia. La madre de Karla nació en El Salvador donde vivió hasta los 15 años, pues sus padres tuvieron que huir de Honduras en el tiempo de la dictadura de Carías; ambos eran militantes liberales y profesores. Por la parte de su padre, su abuelo se casó en terceras nupcias con una salvadoreña y uno de sus hermanos militaba en el Frente.
“Ya en México se personaliza la relación y me organizo. A mi papá le dio cólera. Yo si me fui al frente fue sobre todo por ganas de desafiarlo. Sí, tenía mis convicciones, obviamente, pero mi decisión estuvo muy cruzada por mi deseo de llamar por teléfono a mi papá y decirle en clave “que me iba para la finca”. Mi mami sufrió mucho con la decisión.”
En el FMLN Karla se integra en el grupo musical Cutumay[3] Camones, símbolo de la lucha salvadoreña. El grupo había estado muchos años fuera haciendo labor de promoción de la solidaridad internacional; era la época de los grandes festivales latinoamericanos en el mundo, donde tocaban con los grandes de la trova.
“El grupo Cutumay Camones era de una de las organizaciones que pertenecía al FMLN. Éramos estructura política en una zona de guerra; no teníamos algunas obligaciones que tenían las estructuras militares, pero a mí me tocó alguna vez correr (risas). Cuidaban mucho las estructuras políticas, que eran la Radio Venceremos y dos grupos de música, los Torogoces de Morazán y nosotros. Estaba también la estructura de conducción política y los religiosos, la estructura de los celebradores de la palabra que le llamaban. Cutumay Camones llevaba muchos años de andar rondando, habían ido a Estados Unidos, a Asia, a todas partes, y en ese momento deciden que hay que volver. Es el momento en que se optó por la vía del proceso de paz. Y en eso hay una plaza en el grupo, hice mi casting en un parque en Ciudad de México y me seleccionaron”.
Karla vive esta experiencia con mucha intensidad. Era muy joven, 17 años, y se deja llevar por la situación. Su hermana Katia formaba parte de Radio venceremos desde México en la parte de vídeo documental del FMNL.
“Era vivir el ocio que implica la guerra. Creo que si pienso para tras sobre las oportunidades que se pierden en esa lógica de la guerra, del enfrentamiento armado, además de lo doloroso que es la zozobra… Seguía un poco la lógica esa del practicismo, el démosle hoy que mañana quién sabe mañana quien amanezca (risas). Existe también un tema claro de machismo, pues hay ejercicios de poder. Las compañeras que hacían radio eran siempre las más jovencitas y solían ser las principales víctimas del machismo; también eran las más astutas porque había que saber lenguaje morse y muchas palabras, eran compañeras bien inteligentes, con mucha memoria”.
Pasaron unos 9 meses en el Salvador en la zona de Perquín, San Fernando y los alrededores y más tarde se van a Nicaragua. Poco después viajan a Cuba a grabar un disco, el último de Cutumay Camones, Patria Chiquita Mía, y el primer disco en el que Karla participa. El grupo se fusiona en ese tiempo con otro y pasan a llamarse Cutumay Mozote. En Cuba Karla se queda embarazada de su relación con uno de los componentes del grupo, que será el padre de 3 de sus hijos. Regresan a Nicaragua por un corto periodo. Gobernaba ya Violeta Chamorro y la realidad del país estaba cambiando; ya no contaban con los mismos apoyos.
“Era calabaza calabaza cada quién para su casa. Entonces vine a Honduras para tener a los gemelos, era noviembre de 1991“.
Karla tiene a sus hijos y se regresa con ellos al Salvador. El 16 de enero de 1992 se firman los Acuerdos de Paz de Chapultepec, en México, dando fin a 12 años de guerra en El Salvador.
“Fue muy duro porque en El Salvador la re-inserción, como así se llamaba, era un fiasco. Ibas a un lugar a presentar tu carnet de desmovilizada del Frente, pero no había trabajo. Cuando nos desmovilizamos nos dieron un saco de arroz, uno de maíz y uno de azúcar y ya, al agua a nadar. Y ahí no más me volví a embarazar de Marcela. Era horrible porque era pensar en cómo volvíamos a hacer la vida en el Salvador, pero estaba embarazada otra vez”.
El holandés ex-director del grupo de música, Eduardo, se había integrado en Convergencia Democrática[4] y consigue que la empleen en el partido.
“Convergencia Democrática era la gente de izquierdas del país que no apostaba al proceso armado. Se había decidido que la Convergencia participase en el proceso electoral y entonces montaron un staff de apoyo para Rubén Zamora, que iba de candidato. No querían ligarlo a la lucha armada, pero después de rogar muchísimo a Eduardo me dio trabajo. Yo había locutado para radio Venceremos antes, cuando estaba en el Frente, entonces volví a locutar, a trabajaba en el staff de Zamora y cantaba. Y en eso nace Marcela en El Salvador”.
Al poco de tener a Marcela se separa de su compañero, por lo que su situación se complica. Karla tiene 24 años. Su madre le apoya con el cuidado de sus hijos y le convence de que regrese a Honduras.
“Siempre estaba viajando. Iba a Honduras, dejaba Marcela y me traía los gemelos, venía me traía los gemelos y dejaba a Marcela. Regresé a Honduras en el 94, pero yo me sentía salvadoreña. Aunque ya no tenía un vínculo organizativo, porque eso se había perdido, de verdad que sentía El Salvador como mi país. Además de que una cree en el internacionalismo, creo que una es de donde hace casa. Me costó volver, me costó volver a acostumbrarme a Honduras. Es que siempre cuesta volver, ¿verdad?. Ya todo el mundo está en otra nota (risas). Ya de ahí ya me quedé”.
Al llegar a Honduras trabaja en la organización no gubernamental Oxfam, que será su inicio en el trabajo con la cooperación internacional. Trabajará durante 10 años como administradora y comunicadora en varias organizaciones.
“Pude estabilizarme, volver a tener un lugar, la familia. Es difícil de retornar, pero esos otros elementos la familia, la estabilidad económica, laboral me cayeron muy bien”.
Paralelamente, Karla sigue cantando.
“Volví a Rascaniguas. De verdad que el retorno y la posibilidad de volver a sentirme de acá, de Honduras, me la dio la música. Era sentirme de ese grupo, eran mis amigos de antes. Era divertidísimo ir al ensayo con los niños, con las mochilas, una mochila con ropa, otra con juguetes…y andar con los 3. De ahí armamos otro grupo que se llamada “Doble vía” con Alfredo Poujol. Volvían a estar los mismos personajes de grupos anteriores. Estaba Ricardo Zavala, el Chino Lara, Alfredo Corrales, Mariano Rodríguez, una holandesa que tocaba el harpa, Liz Joosten… Después hicimos Trovason”.
En 2001 tiene a su cuarto hijo, Oscar Mauricio, y deja de cantar un año. Regresa en 2002 con algunos trabajos como solista.
“Guillermo Anderson[5] era uno que me andaba siempre diciendo que cantara yo con mi nombre. Y a mí me hacía mucho ruido porque yo siempre apostándole a lo colectivo, al grupo…., y yo decía no, y cómo con mi nombre y con los mismos músicos”.
En 2004 saca su primer disco en solitario, Donde Andar, y deja de trabajar en cooperación.
“Decido dedicarme como actividad prioritaria a la música hacia 2005, cuando salgo de Dan Church Aid y comenzamos con una gira que nos montó esta organización en Dinamarca y España. Ya no podía tener otro trabajo”.
Karla Lara se va posicionando como una de las cantantes más importantes del país, combinando su carrera musical con la militancia desde el movimiento social, especialmente el movimiento de mujeres y feminista, y con trabajos de locutora. Muchas de sus canciones se han convertido en himnos de las reivindicaciones sociales del país.
“Creo que siempre he estado cercana a la canción política, desde una visión política feminista. Que claro, una sigue aprendiendo y repensando esos feminismos nuestros a veces tan institucionalizados”.
El 7 de abril de 2008 se da uno de los acontecimientos que más ha marcado la historia reciente de Honduras, la Huelga de los Fiscales[6]. Cuatro fiscales del Ministerio Público Inician una huelga de hambre para exigir que no se archiven los casos de corrupción. La apoyan movimientos sociales entre los que estaba el COPINH, organizaciones feministas, artistas y algunos/as políticos, como el presidente del gobierno en ese tiempo, Manuel Zelaya. Karla Lara participa pasando varios días en huelga de hambre. Esta huelga será preludio del Golpe de Estado que sufrirá Honduras en 2009.
El 28 de junio de 2009, tras varios meses de tensión política, efectivos del ejército de Honduras arrestan al presidente Manuel Zelaya y lo deportan a Costa Rica, consumándose un golpe de estado tras varios meses de crisis política y social [7]. La ya frágil democracia hondureña sufre un retroceso del que no se ha recuperado.
“Cuando lo de la cuarta urna me mandó a decir Mel si hacía una canción para la consulta popular, porque Katia (su hermana) estaba trabajando en los spots de la cuarta urna, entonces me mandó a decir si el hacía una canción. Entonces yo le contesté que yo no hago nada nunca con ninguna oficialidad. Ni en el poder ni en la llanura (risas)”.
Tras el golpe, llegaron meses de movilización social para exigir el restablecimiento del presidente y de la democracia. Los movimientos sociales en Honduras sufren grandes modificaciones en esta época; desde las feministas, el LGTBI, el movimiento ecologista, el indígena, las organizaciones de defensa de los derechos humanos, el artístico… se implican en la Resistencia Popular contra el Golpe de Estado. Karla Lara participa desde Feministas en Resistencia y en Artistas en Resistencia.
“Hay un antes del golpe y después del golpe. Antes del golpe, para nosotras, para el movimiento feminista, el centro había sido la incidencia para la despenalización de la Píldora de Anticoncepción de Emergencia (PAE).”
Su presencia en las movilizaciones contra el golpe y la denuncia de violaciones de Derechos Humanos es permanente.
El 3 de marzo de 2016 asesinan en Honduras a la activista Berta Cáceres[8], amiga y admirada por Karla. Este hecho ha producido un profundo daño en el movimiento social hondureño, en el que la figura de Berta, fuerte y dialogante, era central. “El asesinato de Bertha Cáceres fue un golpe enorme. El miedo se metió en el cuerpo, la mataron porque podía cambiar las cosas”.
Honduras sigue en una crisis política y social, agravada por las elecciones del 26 de noviembre de 2017. El presidente Juan Orlando Hernández Alvarado se presentó a la reelección presidencial, prohibida en la constitución, y se proclamó vencedor tras unas irregulares elecciones en las que los principales partidos de la oposición y gran parte de la sociedad civil denuncian que se cometió fraude electoral. Desde ese día no han cesado las movilizaciones en el país, ante las que las fuerzas de seguridad del estado han respondido duramente causando varias muertes.
Karla y la poeta y activista Melissa Cardozo escenifican el libro “13 Colores de la Resistencia Hondureña”, que Melissa escribió en 2010. Viajan por el mundo presentando esta performance que les sirve de formato para sensibilizar sobre la situación de Honduras, el asesinato de Berta Cáceres y llamar a la solidaridad internacional. Han estado ya en diversos países y próximamente realizarán una gira por Europa presentando el libro.
La vida de Karla es una canción de protesta. Es difícil adivinar si canta para luchar o lucha para cantar.
Necia, divertida y apasionada, Karla es la abeja rebelde de la música hondureña.
[1] https://www.youtube.com/watch?v=c4KPIMTvaf0
[2] http://www.fmln.org.sv/index.php/nuestro-partido/historia-del-fmln
[3] http://huacal.blogspot.mx/2012/10/cutumay-camones.html
[4] https://elpais.com/diario/1987/12/01/internacional/565311614_850215.html
[5]https://es.wikipedia.org/wiki/Guillermo_Anderson;
[6] https://www.youtube.com/watch?v=QbOOVB1eg44
[7]http://www.jornada.unam.mx/2009/06/29/mundo/024n1mun http://www.bbc.com/mundo/america_latina/2009/06/090628_1430_honduras_arresto_med.shtml
https://elpais.com/internacional/2009/06/28/actualidad/1246140016_850215.html
[8] https://www.youtube.com/watch?v=p5IPQpjA1ic