BEATRIZ GIMENO REINOSO. Una vida construyendo puentes entre feminismo, movimiento LGTBIQ+ y política

 In Resistencias
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Fotografía sacada del facebook de Beatriz Gimeno, que procede del de Octavio Salazar

Beatriz Gimeno es una activista, política y escritora española, que ha estado en el centro de avances esenciales en derechos humanos desde el movimiento LGTBIQ+ (lésbico, gay, bisexual, trans, intersexual, queer), ha abierto debates muy importantes en el feminismo español y trabajado muy activamente por poner el feminismo en el centro del debate y ejercicio político.

Lleva muchos años navegando en la intensidad que el SXXI ha precipitado, en la que ella se ha introducido estratégicamente en las “brechas” que el sistema ha ido dejando para mejorar los derechos de las mujeres y el colectivo LGTBIQ+.

Tuve la suerte de ser su alumna en 2006, en el curso internacional de verano en Santander “Sexualidades en movimiento, derechos a debate”.  Ante el asombro del mundo, España había ampliado el derecho a contraer matrimonio a las parejas del mismo sexo[1], dando un paso de gigante en igualdad. Los derechos humanos comenzaban a ser algo sobre lo que se citaba a España y, sin duda, este paso fue el más emblemático e inesperado. Beatriz, que era por aquel entonces presidenta de la Federación Española de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de España y una de las principales actoras en este avance, nos explicó el proceso y los debates que supuso.

Gracias a ella entendí la necesidad de estrategia y diálogo en la incidencia política. Algo en mí se movió. Yo iniciaba mi carrera como cooperante en Chefchaouen (Marruecos), justamente sobre fortalecimiento de la sociedad civil y género. Sin duda, su historia de activismo me caló.

Beatriz nació el 9 de mayo de 1962 en Madrid, en plena dictadura franquista, en el seno de una familia muy progresista, ligada al mundo de la cultura y la política. Esto la marcó profundamente.

Una familia de padre y madre, ambos funcionarios. Tengo un hermano y una hermana, soy la mayor.

Una familia de intelectuales, antifranquista, de izquierdas, en contacto con el mundo intelectual. Conocíamos escritores/as, pintores/as, poetas, músicos/as, políticos… , eso me influyó mucho. Por ejemplo, dos de los amigos de mis padres fueron ministros más tarde.

No era una familia muy corriente en ese sentido. En mi caso, me inclinó a ser una niña muy lectora, escritora, interesada por todo el mundo intelectual y también muy preocupada por la política, la justicia social, etcétera.

Su educación tampoco fue convencional. Estudió en un colegio popular entre las personas progresistas de la época, fundado en 1962 bajo la inspiración de las líneas pedagógicas de la Institución Libre de Enseñanza[2], el Colegio Base de Madrid.

Estudié en un colegio privado. Era el experimento pedagógico de la época, un colegio mixto de ideología progresista en pleno franquismo. Lo abrieron unos amigos pedagogos de la familia, era un colegio bueno, dirigido a una cierta élite progresista.

La infancia de Beatriz transcurre en una isla de educación y cultura en medio de una dictadura que tenía como pilares el ejército, la iglesia (católica) y el partido único.

Con la muerte de Francisco Franco en 1975, inicia la transición política de España hacia la democracia, un proceso con muchas particularidades, condicionado por la restauración durante el franquismo de la monarquía y el fuerte poder que iglesia y ejército habían acumulado tras tantos años en el poder.

España cambia de manera acelerada por las inmensas ansias de libertad que tiene su población, especialmente la más joven. Madrid era una explosión de cultura y diversión. En 1980 Beatriz entra en la universidad, tiene 18 años.

Estudié Filología Semítica.

Quería estudiar filología clásica, pues me gustaba mucho el griego, el latín y todo lo que rodeaba a la cultura clásica. Además, mi madrina era catedrática de clásicas. Pero cuando fui a matricularme, la fila para hacer clásicas y semíticas era la misma y me hice amiga de una chica (con la que luego estudié toda la carrera), así que decidí hacer semíticas como ella. Cambié de carrera en la fila. Era una carrera con muy poca gente, unas siete personas, muy rara, sin esas multitudes que la gente suele tener en los primeros años de universidad.

Tuve una juventud un poco alocada, de salir mucho. Estaba muy metida en todo lo que significaba la movida madrileña, se estaba siempre saliendo, de juerga. Sin embargo, estudiaba y me licencié en sus tiempos, eso que no es una carrera fácil.

Se estaba saliendo del franquismo, era la transición y se tenían muchas ganas de vivir y de hacer cosas diferentes a las que habían hecho nuestros padres. Yo lo recuerdo como un tiempo de mucha libertad, mucha experimentación. Hubo gente que se enganchó a las drogas y que lo pasó muy mal. A mí no me pasó nada de eso, ni a gente cercana, así que lo recuerdo como un tiempo de felicidad.

Con el fin de la dictadura, Madrid se convirtió en centro de la cultura alternativa. La denominada “Movida Madrileña” es un movimiento contracultural y artístico que inició en 1979 con el concierto en homenaje al batería José Enrique Cano Lea y que tuvo repercusión en toda España[3]. La Movida tiene estilos de música, cine, literatura, pintura … que le son propios y están muy marcados por un fuerte deseo de libertad y ruptura con los valores de la dictadura.

Era alcalde de la ciudad Enrique Tierno Galván (1918-1986, PSOE), un político humanista, antifranquista, sociólogo, jurista y ensayista, que alcanzó un gran reconocimiento por la población y las fuerzas políticas de la época. Galván comprendió bien la importancia de la cultura para acercarse a la juventud, y puso en el centro la apropiación de los espacios públicos por parte de la ciudadanía. Yo, gallega, tengo entre mis recuerdos de niñez su multitudinario entierro.

La movida es el escenario de la época universitaria de Beatriz, aunque no terminará la carrera viviendo en Madrid, pues se muda a Sevilla en 1985. Beatriz llama a esa época “periodo de conciencia”, pues entra en una dinámica vital en la que no se encuentra cómoda. En Sevilla, además de estudiar, trabaja como archivera en lo que después será la Expo.

Los últimos años de carrera me enamoré de un chico que se fue a vivir a Sevilla y me fui con él. Los dos últimos años de universidad los hice viviendo entre Sevilla y Madrid.

El último año me quedé embarazada de mi hijo, lo tuve en 1987 con 25 años. Sevilla era muy conservadora y yo no pegaba mucho allí. Además, vivíamos una vida de pareja convencional y a mí eso me agobiaba, no me gustaba. Compramos un chalé a las afueras y nació mi hijo. En esa época la vivencia de la maternidad era muy diferente a la que viven las chicas hoy en día, es como otro mundo.

Las mujeres jóvenes de entonces vivíamos una maternidad mucho más ligera. Tuve a mi hijo con mucha alegría, pero no le di de mamar y enseguida me incorporé a mi vida de antes. En cuanto pude trabajar, me alegré de volver a mi puesto de archivera.

Es la cuidadora exclusiva de su hijo y de la casa. Su compañero trabaja muchas horas y a Beatriz cada vez le gusta menos su vida.

Ocurre un suceso que acelera su malestar: En 1988 acompaña al padre de su hijo a una convención profesional en la que mujeres y hombres se sentaban separados/as y, además, ellas portaban una cartulina al cuello con el nombre del marido.

Su contacto con el movimiento feminista se produce en este momento y, sin duda, será la llave a una nueva vida.

No estaba muy contenta con la vida que llevaba. Por pura casualidad, un día yendo en autobús veo un cartel de una asociación feminista, Asamblea de Mujeres.

Yo no tenía mucho contacto entonces con el feminismo y, a partir de ahí, entré en el feminismo ya para siempre. Empiezo a ir a todas las reuniones, a participar de la vida feminista de Sevilla. Empieza mi militancia, activismo, y a tener amigas dentro del feminismo.

Me enamoro de una de las chicas que están en la asociación y decidido dejar a mi pareja y marcharme a vivir con ella.

Era 1990, a pesar de que había un gobierno socialista desde 1982[4], la visibilidad y los derechos de las personas LGTBI eran escasos. Las mujeres lesbianas eran menos visibles que los hombres y la heterosexualidad era la opción considerada “normal” por parte de la sociedad. A nivel político, hasta finales de los años 90 no habrá ninguna persona que se reconozca abiertamente homosexual y hasta 1998 no se reconocen legalmente a las parejas homosexuales, con todos los problemas que esto acarrea para sus vidas. Beatriz tiene 30 años y es madre de un hijo de 6.

Fue muy difícil. Él tenía un alto cargo en la Expo (donde yo trabajaba también) y todo se supo. En el trabajo me hicieron la vida imposible hasta que terminaron despidiéndome, tras un proceso complicado y humillante. Aquello fue un escándalo y salí bastante tocada.

Tuvimos un proceso bastante duro sobre la custodia del niño, porque él me amenazaba con acusarme de lesbiana, que entonces no era lo mismo que ahora. Finalmente, para que él no me acusara de lesbiana, le dejé todo lo que teníamos en común, mi parte de la casa que habíamos comprado a medias, todo lo que había dentro, los muebles, cosas que eran nuestras y que yo había pagado… Todo a cambio de que en el proceso no se mencionara la cuestión de que era lesbiana.

Me vine a Madrid y poco tiempo después también se vino él. Conseguí vivir con mi hijo, pero el juez dictaminó custodia compartida, que fue de las primeras custodias compartidas que se dieron en España; en aquel momento no era corriente. Durante la semana me quedaba con el niño tres días y él dos, fines de semana alternos. Era un poco lioso, pero en principio no funciono mal.

Bueno, no funciono mal, excepto de que él enseguida empezó a hacer esto que hacen mucho los hombres: no devolverlo a la hora, cogerlo cuando le apetecía. Al final toda la vida gira en torno a estar esperando que venga su padre a buscarlo, a estar esperando que venga su padre devolverlo, porque no había ningún tipo de orden. Eso también me dificultó los primeros años en Madrid. Lo mal que lo pasé en aquel momento me llevaría a una depresión que me duró bastante tiempo. No volvería a encontrar trabajo en muchísimos años.

Primero pasé por el despido, que fue muy humillante pues me despidieron por lesbiana, y luego el juicio. Cuando volví a Madrid, con Filología Semítica, sin red en Madrid, me encontré un poco aislada con mi pareja y mi hijo. Buscando trabajo.

El Siglo XX se va cerrando y el tiempo va apaciguando la vida de Beatriz. Reconecta con el feminismo de la mano de Celia Amorós, y comenzará su doble militancia en feminismo y diversidad sexual, tratando siempre de construir puentes entre ambas. Históricamente, el feminismo había tenido reticencias en aceptar plenamente a las mujeres lesbianas y el movimiento LGTB era patriarcal, con una enorme diferencia de poder y visibilidad entre hombres gais y el resto.

En el 91 me matriculé en el Instituto de Estudios Feministas, en la primera edición del curso que fundó Celia Amorós de Feminismo e Ilustración. Eso me cambió un poco la vida, la verdad. Aunque yo venía militando en el feminismo, a partir de ahí entendí el feminismo.

Empecé a estudiar y a leer mucho feminismo. Eso sí me cambió la vida, porque me hizo ser experta en feminismo. También comencé a acercarme a grupos feministas. Me definía como lesbiana y empecé a acercarme a grupos de feministas lesbianas.  Los espacios LGTB no eran feministas. Una vez que empecé con el activismo lesbiano traté de que entrara el feminismo en el activismo LGTB de aquel tiempo.

En mi militancia en el movimiento feminista veía que, a pesar de que había un número altísimo de mujeres que eran lesbianas o bisexuales (o por lo menos casi todas tenían experiencias homosexuales en aquellos días), sin embargo, no lo integraban en la agenda política. Era imposible que en las manifestaciones se asumiera un lema a favor de los derechos de las lesbianas o que los derechos de las lesbianas entraran claramente en la agenda del movimiento feminista. Por tanto, me resultaba incómodo.

Efectivamente, cuando me moví hacia el movimiento LGTBI, concretamente cuando me integro en 1995 en COGAM (Colectivo de Gais, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales de Madrid), pues había muy pocas lesbianas, no había nada de feminismo y era un movimiento machista. No tenían ninguna formación feminista ni habían reflexionado que las lesbianas no éramos gais y que podíamos tener otros problemas y otras reivindicaciones; que nuestra posición en el mundo era diferente.

Había algunos grupos como el de Lesbianas Feministas de Madrid, donde estaba Empar Pineda[5], que se reunían en Barquillo y eran feministas lesbianas. Realmente me sentía cómoda en ellas, pero me pareció que eran grupos que renunciaban a ser más, que se conformaban con ser muy pocas, con estar en una esquina; en una esquina tanto del feminismo como del activismo LGTBI. Lo que me parecía más útil, entonces, era llevar el feminismo al activismo LGTBI.

En 1995 comienza a militar en COGAM, donde tendría varios cargos a lo largo del tiempo. Conoce en ese momento a la que sería su compañera de vida y militancia durante varios años, la también histórica activista Boti García Rodrigo.[6]

Boti y yo nos conocimos el mismo día que entramos en COGAM y empezamos a trabajar en la organización del feminismo dentro, desde distintos cargos públicos en COGAM. Cuando nos conocimos, ella estaba muy armarizada y yo no. Posteriormente refundamos la FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales) junto con Pedro Zerolo y otras dos o tres personas. Ahí empezamos el activismo a nivel estatal. Hicimos el camino del activismo visible completamente juntas.

Uno de los puntos de agenda del movimiento, en el que yo estaba en el liderazgo, era el del feminismo. Costaba mucho hacer entender que los derechos y las reivindicaciones feministas no eran las mismas que, necesariamente, las reivindicaciones que pudieran tener los gais. O sea, que había agendas que podían ser diferentes y que teníamos derecho y necesidad de tratarlas, de ponerlas en una agenda común; que ellos también tenían que aceptar nuestras reivindicaciones y nuestras necesidades.

También había debates que tenían que ver con la agenda política. Desde COGAM impulsamos el debate del matrimonio igualitario, cuando en realidad nadie quería el matrimonio igualitario y el debate existente se centraba sobre si queríamos o no queríamos una ley de parejas.

Fue precisamente por eso por lo que refundamos la FELGTB, para organizar una asociación estatal que reuniera a todas las asociaciones que estuvieran dispuestas a poner la lucha por el matrimonio en primer lugar. Luchar por una ley de parejas nos parecía conformarnos con muy poco. Yo me centré fundamentalmente en esas dos cosas: el feminismo en la agenda común y el matrimonio igualitario.

A finales del SXX e inicios del XXI, en el movimiento LGTBI español no había unanimidad en la utilidad de abrir el matrimonio a personas del mismo sexo, ni en que poner los esfuerzos en esta lucha fuese lo más conveniente.

Por un lado, estaba ya en marcha la incidencia para lograr la ley de parejas en las que se les incluyese. Esta vía parecía más accesible en una sociedad que se consideraba demasiado conservadora para dar el paso al matrimonio y que, además, tenía a la iglesia y a los sectores más conservadores de frente. Por otro lado, el acceso al matrimonio era considerada una reivindicación conservadora, especialmente desde el movimiento más cercano a la teoría queer, dado el carácter conservador de la institución[7].

En ese sentido, Beatriz tenía claro, y la historia le daría la razón, el carácter estratégico de que la diversidad sexual entrase en el matrimonio, en la familia tradicional. Para Beatriz y la gente con la que militaba entonces, la reforma de esta institución supondría una “revolución”. Si bien feminismo y matrimonio centran su militancia, el matrimonio igualitario sería la parte más visible de la misma por el peculiar contexto que se vivió en España los primeros años del SXXI.

Alcanzar el matrimonio igualitario fue fruto de una estrategia muy pensada. Cuando recuerdo aquellos años, pienso que lo hicimos muy bien, de manera muy organizada y siento nostalgia del activismo fuera de las redes sociales, fuera de estas tensiones. Teníamos más espacio para pensar, para debatir, para preparar, al no estar tan expuestos a la opinión pública desde el minuto uno. Bueno, y a la opinión de los demás.

Tuvimos una estrategia de acercamiento a todos los partidos políticos, incluido el Partido Popular, y tratando de hacer lobby dentro de todos los partidos por medio de la gente que era militante LGTB dentro de cada partido. Evidentemente, de manera más fuerte con los partidos de izquierdas, que eran quienes la impulsarían.

Con Zapatero nos reunimos varias veces antes de que fuera elegido secretario general, porque teníamos la idea de que el PSOE anterior a Zapatero no iba a aprobar, en ningún caso, el matrimonio; nos lo habían dicho. Pero sí pensamos que con el nuevo secretario general, más joven y con otras ideas al respecto, había muchas posibilidades. Cuando fue elegido secretario general ya habíamos tenido muchas reuniones con él para convencerle de que, cuando fuera presidente, esta era una ley que tenía que salir. La sorpresa fue que llegó a la presidencia antes de lo que pensábamos nosotros (y seguramente él). Fueron las elecciones con los atentados en los trenes[8], las mentiras del PP, etcétera. Zapatero cumplió su palabra pero, antes de eso, habíamos tenido que convencer a sectores del PSOE que eran muy reticentes. Él mismo había tenido que enfrentarse a sectores del PSOE que eran muy reticentes al matrimonio igualitario. También teníamos a Pedro Zerolo, que ya estaba plenamente integrado en el Partido Socialista.

Beatriz Gimeno, Pedo Zerolo Boti, Carla Antonelli. Foto sacada de las redes sociales de Gimeno.

El matrimonio entre personas del mismo sexo, ante la sorpresa de la ciudadanía y el mundo, es legal en España desde el 3 de julio de 2005, mediante la ley 13/2005, de 1 de julio, por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio[9]. Esta es una de las normas más representativas para mostrar cómo un cambio legislativo puede impactar, no sólo en el ejercicio de derechos humanos, sino en el cambio social. Aunque la ley fue recurrida por el Partido Popular ante el Tribunal Constitucional, no prosperó el recurso y, con el paso de los años, varios políticos y personalidades de la derecha española contraerían matrimonio, recordando lo acontecido con la aprobación del divorcio años antes. La normalización de la diversidad sexual se aceleró en España y, además, la imagen internacional del país cambió contundentemente.

Durante el gobierno de Rodríguez Zapatero los derechos de las mujeres acometieron avances, además de conformar el primer gobierno igualitario de la historia de España. Durante las dos legislaturas en las que fue presidente, además del matrimonio igualitario, se aprobaron: Ley integral sobre violencia de género ( Ley orgánica 1/2004 de 28 de diciembre) , el divorcio exprés (Ley 15/2005 de 8 de julio: Agilización de los procesos de separación y divorcio), la ley de dependencia (Ley 39/2006 de 14 de diciembre: Ley de Dependencia y creación de red de servicios de atención), la ley de igualdad (Ley orgánica 3/2007 de 22 de marzo: Ley de igualdad de trato), la creación del Ministerio de Igualdad y el derecho al aborto (Ley orgánica 2/2010 de 3 de marzo: Interrupción voluntaria del embarazo o Derecho al aborto).

El feminismo en aquel momento tenía como objetivo la ley contra la violencia basada en género y garantizar el derecho al aborto. Entonces, digamos que en aquel momento el feminismo no estaba muy implicado en el matrimonio igualitario. En algún momento nos encontramos con que había alguna parte del feminismo que no era muy partidaria, pero no era una oposición muy relevante. La agenda feminista y la LGTBI eran agendas que transcurrían de manera muy paralela, que no se juntaban mucho.

España, con todas estas leyes, se convirtió en un país pionero, en un país que generaba a la gente de izquierdas mucho orgullo en el mundo; creo que Zapatero entendió muy bien esto. Una se sentía orgullosa de ser española en aquel momento porque veías como el resto del mundo te miraba con admiración. Cuando viajaba mucha gente me hacía esa pregunta: ¿Cómo es posible que esté ocurriendo en España? Creo que el principal éxito de Zapatero fue conseguir que mucha gente sintiera orgullo de ser española. Veníamos de un país en el que siempre hemos estado acomplejados, del franquismo, y no teníamos muchos motivos para estar orgullosas. Él consiguió, con leyes sociales y con leyes de derechos, ponernos a la vanguardia del mundo. Esa sensación generó un orgullo que duró durante mucho tiempo.

Otra ley importante para la comunidad LGTBIQ+ es la ley de identidad de género que se aprobó en ese periodo (Ley 3/2007, de 15 de marzo, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas) y que impactó especialmente en el ejercicio de derechos y vida de las mujeres trans. Corrió riesgo de no aprobarse, pero entra en vigor tras la huelga de hambre que inició la activista y política Carla Antonelli, y secundaron otras personas del movimiento LGTBIQ+. Beatriz dice que dentro del feminismo no había en ese momento un rechazo hacia las mujeres trans, aunque es cierto que ambas agendas no confluían.

n 2020, en España se inició una muy ruidosa campaña por una parte del movimiento feminista con el hilo conductor de la oposición a la llamada “Ley Trans” que promueve la ministra de igualdad, Irene Montero (PODEMOS). De fondo, una batalla difícil de entender entre el “feminismo clásico” y el Queer. El propio expresidente Zapatero se posicionó a favor de esta ley, que consideraba un paso más necesario al que dio la aprobada durante su gobierno.

La principal diferencia entre fin del XX e inicios del XXI es que ahora es una cuestión de poder político y entonces no. En aquel tiempo el feminismo no tenía ningún poder y su lucha era para la aceptación social. No era un feminismo tan virulento, porque ahora lo que se juega, lo que hay por detrás, es poder político.

El mundo en general ha cambiado, es decir, el feminismo entonces no le importaba a casi nadie más que a las feministas, por tanto, todo se abordaba de una manera más tranquila. Ahora estamos en una sociedad polarizada, radicalizada. La reacción es mucho más agresiva en contra de las mujeres trans también porque las batallas son muchísimo más duras ahora.

En Europa la integración de las personas trans en el movimiento LGTBI era completa y normal, aunque eran pocas y poco visibles. Estaba Carla (Carla Antonelli) y había alguna más, pero estaban con completa normalidad y eran compañeras asumidas sin ningún problema. No se problematiza más allá de las cuestiones políticas de una ley u otra. La transexualidad no se problematizaba, por lo menos dentro del movimiento LGTBI. En el movimiento feminista tampoco estaba tan problematizado en general. Había alguna mujer trans, pero yo no conocí a muchas. Notabas que había prejuicios y una cierta hostilidad, pero en eran aceptadas. No eran muchas, no era una agenda que se sintiera como propia. Quiero decir que era la agenda trans, era algo que las trans hacían en otros espacios como el movimiento LGTBI o el movimiento trans y, por tanto, no generaba problema.

En 2007 se aprueba la Ley de Identidad de Género; creo que hoy se le hacen muchas críticas que son injustas, porque es cierto que es una ley que ya se ha quedado obsoleta (por eso hace falta otra) pero en aquel momento era una ley avanzada. Era una ley, por ejemplo, que no exigía la esterilización para el cambio de sexo, con lo cual permitía que, por ejemplo, un hombre trans pudiera quedarse embarazado (como ha sucedido) y eso en muchos países era algo inimaginable. Una de las cuestiones que antes pedían era justamente la esterilización para poder cambiarse de sexo. Era una ley de su época, pero dentro de su época era bastante avanzada con respecto a otras leyes que había en el mundo.  

Durante estos intensos años de pasos de gigante en el acceso a derechos y visibilidad del colectivo LGTBIQ+, Beatriz está a la cabeza de la FELGTBI+ junto a Pedro Zerolo. Ella lidera la parte más estratégica y Zerolo, que forma parte del PSOE, es la cara más política. En 2005 Beatriz se casa con Boti con la ley para la que tanto había trabajado, y en el 2000 empieza a trabajar en el Ayuntamiento de Madrid como técnica.

Después de la ley de identidad de género dejé la FELGTB+ y colapsé. Me centré en mi trabajo y me pongo a escribir en algunos medios, escribo algunos libros, a escribir y a estudiar. Me centro en mi vida privada, estaba cansada de la exposición pública y de la militancia, así que fueron años de ponerme a resguardo.

Además de escribir en su blog, periódicos y participar en encuentros y libros colectivos, es autora de más de una decena de libros, mayoritariamente ensayos, algunos de los cuales se adelantaron a debates posteriores o trataron un tema desde un nuevo ángulo. Los ensayos feministas que ella considera mejores son “La liberación de una generación: historia y análisis político del lesbianismo (2006)”, “La prostitución” (2012), “La construcción de la lesbiana perversa” (2010), sobre el caso de Dolores Vázquez y “La lactancia materna. Política e identidad” (2018). Carrera como escritora, de la mano de su militancia, que nunca ha estado dentro del feminismo hegemónico español, del más cercano al poder político.

En 2011 un volcán social erupciona en España con el movimiento 15M[10] (también llamado movimiento de los indignados). El 15 de mayo se producen manifestaciones en un gran número de ciudades de España, convocadas desde las redes sociales por varias plataformas y colectivos ciudadanos, entre los que destaca Democracia Real Ya![11].  Existía un enorme malestar social, con un gran protagonismo de los y las más jóvenes, por las causas, efectos y respuesta política a la crisis financiera que se originó en 2008[12]. A partir de esa manifestación, que sería la primera de muchas (algunas de carácter mundial), se produjeron acampadas, colectivos y la organización de asambleas temáticas.

Ese momento lo vivo como mucha gente, como una explosión de ilusión y también de algo sorprendente. Nunca habíamos vivido nada parecido.

Fui a la manifestación que hubo previamente (que convocó Juventud sin Futuro bajo el lema “sin curro, sin trabajo, sin dinero, sin casa”), que fue el origen de la acampada posterior. Parecía una manifestación de las muchas que había en aquel momento, pues era un tiempo de conflictividad social en plena crisis. Realmente me sorprendió. Nos sorprendió a todos/as la cantidad de gente que hubo aquel día, fue muy masiva, sorprendentemente masiva. El 15M lo viví con mucha ilusión y, como todo el mundo, con sorpresa y expectativa a ver que salía de aquello. Con mucha ilusión y muy pendiente, siguiendo aquel momento, las emisiones de televisión, las redes que ya estaban y escribiendo.

Con semilla en este movimiento, se crearon algunos partidos políticos, entre los que destaca Podemos (2014)[13] o Partido X (2013)[14]. Beatriz sigue este momento con mucha atención y esperanza y formará parte de la organización de Podemos, que sale a la luz el 17 de enero de 2014[15]. Podemos romperá con el bipartidismo español y transformará la imagen y concepción sobre la política, especialmente cuando entra en las instituciones españolas y europeas. Es, sin duda, el partido que ha recibido más ataques y persecución (institucional y mediática) de la democracia.

Aunque estaba invitada, no pude ir el día que se leyó el manifiesto en el Teatro del Barrio, que fue el origen oficial, pero inmediatamente después se hace un acto en el cine Palafox donde a mí me invita Isa Serra (que luego ha sido de portavoz y asesora de Irene Montero)[16]. En ese acto estaba la representante de la Marea Blanca, de la Marea Verde, de diferentes colectivos y a mí me llamaron para ser la representante de la Marea Violeta, la representante del feminismo (no había ninguna marea violeta en aquel momento, pero yo la llamé así). A partir de ahí entro en Podemos de una manera más orgánica a colaborar en cuestiones de feminismo. Empiezo, junto con algunas compañeras, a formar círculos de feminismo dentro de Podemos, el Círculo Estatal de Feminismos, círculos en todas las ciudades, encuentros estatales feministas. En el inicio hubo muchísimo trabajo y actividad feminista dentro de Podemos. En aquel momento había dos corrientes: la de Pablo y la anticapitalista. Yo entro por la parte de anticapitalistas porque, aunque yo no era militante, entro con Isa que lo es y, a partir de ahí siempre me presento a las listas internas con Miguel Urbán desde Anticapitalistas.

No había mucho feminismo en Podemos, pero había mucha militancia de chicas jóvenes. No obstante, costó mucho introducir el feminismo. Recuerdo que cuando yo intenté hablar de Círculo de Feminismos, por ejemplo, una persona (que ahora es muy conocida) me dijo que no se podía llamar así porque la palabra “feminismo” espantaba a la gente, había que decir igualdad. El Errejonismo decía que no se podía decir feminismo.

Esa época la recuerdo como muy desgastante. No salía a la luz pública, pero dentro había tensiones muy grandes entre gente que no quería asumir un feminismo militante, que quería una agenda de mínimos y gente que queríamos que todo el partido se impregnara del feminismo, que fuera feminista. Luchamos por incorporar el feminismo en los programas electorales, luchamos por la paridad interna, por las listas cremallera, etcétera. Carolina Bescansa [17]incluso dijo en un acto que el aborto no era un tema prioritario para la sociedad española.  Podemos no era en absoluto un partido feminista en su origen; si no llega a ser por la cuarta ola de feminismo y la explosión que supuso en España, seguramente no se hubiera dado ese Podemos feminista de ahora.

La entrada de Podemos en la política, al situarse a la izquierda del Partido Socialista Obrero Español-PSOE y generar alianzas con otras fuerzas políticas, provocó que activistas como Gimeno entrara en las instituciones públicas. Además, se produjo un rejuvenecimiento de la política al más alto nivel sin precedentes, que influyó claramente en la estructura de otros partidos, además de poner sobre la escena política nuevos debates y visiones, claramente marcados por la diferencia generacional y de clase social. El que sus fundadores/as y militantes fueran intelectuales y activistas, influyó en el debate político y social, emergiendo nuevos temas y perspectivas.

Los inicios de Podemos fueron muy complejos, por la rapidez de su éxito electoral y su falta de estructura. Además, es un partido en el que el ideario se está creando en ese momento, y hay choques de corrientes y personas por decantar la balanza hacia su línea. En 2014, Podemos logra cinco escaños en las elecciones europeas, siendo el cuarto partido más votado de España. En las elecciones generales celebradas el 20 de diciembre de 2015, tras las que Mariano Rajoy sería reelegido presidente del gobierno en su segunda legislatura y las primeras elecciones generales a las que se presenta Podemos, obtiene 42 diputados y diputadas (un 12,69 % de los votos), que llega a 69 sumando los resultados obtenidos por las alianzas con las que se presentaron (20,68 % de los votos).

Beatriz centra sus esfuerzos en la introducción del feminismo en el núcleo del partido. Además de las fricciones entre quienes consideraban que el feminismo debía ser central o no en Podemos, dos fuertes debates conviven al interno: abolición-regulación de la prostitución y los vientres de alquiler.

Podemos es un partido que surge como un aluvión, un volcán al que mucha gente llega.

Cuando entras en el PSOE o en el PP hay un marco teórico y un marco ideológico, ya está hecho. En Podemos no estaba hecho, había que hacerlo. Eso fue lo más complicado y agotador. También, había mucho interés desde el principio en que se vieran determinadas cosas y no otras.

Hubo un debate muy grande y muy agotador sobre el tema de la prostitución, pero también es verdad que la mayoría de las feministas de Podemos eran abolicionistas, no hay más que ver los documentos salidos de los distintos círculos feministas, todos ellos profundamente abolicionistas. En Podemos la mayoría del feminismo era abolicionista, lo que pasa es que la parte catalana es regulacionista y tiene mucho poder en el partido. Eso impidió que Podemos tomase una postura oficial, pero internamente los círculos sí que la habían tomado. Irene Montero siempre ha dicho que es abolicionista y la mayoría de las diputadas son abolicionistas y han trabajado por el abolicionismo. Pero es verdad, no voy a negarlo, que no se ha podido tener una postura que aúne a todo el partido claramente abolicionista, digamos, para no romperlo. Pero yo creo que se han hecho políticas abolicionistas que hubieran sido alabadas si las hubiera hecho el PSOE.

Desde 2015 es diputada en la Asamblea de Madrid, con un periodo entre medias (de enero de 2020 a marzo de 2021) que fue directora del Instituto de la Mujer, que cambió de nombre durante su mandato a “Instituto de las Mujeres”[18].

La organización del feminismo interno fue también muy dura y muy desgarradora, por el debate sobre el abolicionismo, lo que representaba “el Errejonismo” (que es un feminismo regulacionista de la prostitución e incluso de los vientres de alquiler).

El 2015 llego al cargo de diputada, que es muy complejo. Los diputados y las diputadas lo harán bien, mal o regular, pero trabajan mucho más de lo que la gente piensa. Yo lo sabía de antes porque he trabajado cerca de diputados y diputadas siendo activista. Es un trabajo sin horas, no hay fines de semana, estás conectada al partido y a la política en todo momento. Y con las redes sociales ya no desconectas nunca.

Yo era portavoz de la Comisión de Mujer, pero también era portavoz de la Comisión de Deportes y de la Comisión de Reto Demográfico, he estado en asuntos sociales, … Es decir, en cosas que no había hecho y que, para hacer un papel digno y aprender, requería muchísimo trabajo y casi sin ayuda, pues en Podemos hay muy pocos asesores/as.

Por otra parte, en el trabajo parlamentario te das cuenta enseguida de todo lo que tiene de teatrillo, como tienes que fingir o escenificar enfados que no son reales con gente de otros partidos. Tienes que defender a veces cosas en las que no crees. Además, el 90% del tiempo se va en cuestiones burocráticas, cosas que son perder el tiempo, marear la perdiz.

Es muy difícil que es hacer cambios reales desde los parlamentos. De lo primero que te das cuenta es de lo poquito que se puede cambiar desde los parlamentos, de lo difícil que resulta todo y de cómo quienes mandan realmente no están en el Parlamento. Y eso es un poco, diría, deprimente. En seguida te das cuenta de que los que mandan no están allí sentados. Creo que habría que introducir algún tipo de reformas.

Imagen tomada de las redes sociales de Gimeno.

En 2016 se produce la ruptura interna Iglesias-Errejón, que culminará en 2019 con la salida de Íñigo Errejón[19].

La vida interna de Podemos en esa época era un volcán permanente. Era un partido que estaba naciendo, entonces había realmente la lucha por el poder, por marcar la agenda.

En un partido más institucionalizado, con años de vida, ya se han creado los espacios para la discusión; las peleas internas, en general, no lo contaminan todo. Pero Podemos era como un volcán en permanente erupción. Tú entrabas, estabas en una plaza un día sentada y al día siguiente podías estar de diputado/a o con un cargo. Y claro, todo eso generaba una vida interna explosiva, trabajando para imponer una visión contra otros grupos.

Recuerdo que una compañera del PSOE de la Asamblea siempre se reía de nosotras porque decía que éramos una explosión permanente, que nunca había calma. En su partido hay peleas y a veces muy gordas, igual que en todos, pero las peleas tienen sus espacios, se acaba la pelea y todo vuelve a la calma.

La ruptura con Errejón desde el punto de vista del feminismo la viví muy bien, porque el feminismo de Errejón era lo más contrario al feminismo que yo defendía. Así que cuando el feminismo Errejonista se va del partido, entramos las feministas en un periodo más tranquilo.

En 2018 el Partido Popular, con mariano Rajoy a la cabeza y como presidente del gobierno, fue vinculado por la Audiencia Nacional en la sentencia del “caso Gürtel”[20] y, aunque llevaba varios años navegando entre escándalos por corrupción, este acontecimiento desató rápidos movimientos políticos. El PSOE, bajo el liderazgo de Pedro Sánchez[21]y con el apoyo e incidencia de Podemos, registra una moción de censura contra el presidente del gobierno que es aprobada por mayoría absoluta en el congreso. Sánchez conformó gobierno y asumió la presidencia. En 2019 se producen dos elecciones generales en España, unas en abril y las segundas en noviembre. Podemos se presentó con Izquierda Unida bajo el nombre Unidas Podemos (UP), repitiendo el esquema de alianzas de las anteriores elecciones a nivel regional. En las primeras elecciones, el PSOE fue el partido más votado y obtuvo 123 escaños y UP 43. Aunque daban las cifras para una coalición de partidos de izquierda, UP y el PSOE no llegaron a un acuerdo para conformar gobierno. En las segundas elecciones, ambos partidos redujeron sus resultados, 120 escaños el PSOE y 35 UP; VOX, partido de extrema derecha, dobla sus resultados frente a las elecciones previas desbancando a UP como tercera fuerza en el parlamento.  El PSOE y UP llegan a un acuerdo en esta ocasión, con el apoyo de otras fuerzas políticas, conformando el primer gobierno de coalición de la historia de España. 13 de enero de 2020, Gimeno es nombrada directora del Instituto de las Mujeres, en un momento en que el feminismo afín al PSOE inicia una relación hostil con esta histórica institución feminista, que ha tenido enorme transcendencia en España y en el exterior. Dentro del PSOE hay muchas voces que consideran un error ceder este ministerio a Podemos, pues la igualdad ha sido una de las banderas enarboladas históricamente por el partido. Los ataques al Instituto de las Mujeres, el Ministerio e Igualdad y a la ministra de igualdad van in crecendo dentro de las filas del PSOE y del movimiento feminista más próximo al partido, dificultando permanentemente la aprobación y puesta en marcha de las leyes que presenta Igualdad. La ley trans es la más paradójica por contener textos de leyes presentados por el PSOE años antes.

La violencia política de corte sexista, los montajes judiciales y de medios de comunicación contra Podemos y sus integrantes, que han acompañado a la formación desde sus inicios, aumentan. Beatriz no es excepción en este ambiente.

Mira, francamente, para mí el nombramiento como directora del Instituto de las Mujeres fue el principio del fin. Cuando llegué a lo más alto, digamos, fue cuando empecé a abandonar.

El libro de Raúl Solís de “La batalla trans”[22] lo refleja bien. Lo que pasó es que una parte del PSOE no aceptó que se le diera el Ministerio de Igualdad a Podemos, lo peleó hasta el final y no aceptó no ocuparlo. Y ahí empezó una guerra cruenta en la cual se ha utilizado todo tipo de armas e, incluso, no ha importado lo que se llevaran por delante para dañar el Ministerio de Igualdad y, con ello, a Podemos. Ojalá pueda un día escribir sobre esto porque a mí me impresionó mucho. Esta es una anécdota real: el primer día que entré en el Instituto de las Mujeres, siendo una feminista clásica, con mucha vinculación y amistades con un feminismo que puede estar en el PSOE (no soy una feminista queer), abrí el correo del Instituto de las Mujeres y lo que me encontré fue una ristra de insultos, algunos de ellos proferidos por feministas muy conocidas. A mí me impactó mucho, porque presagiaba lo peor, presagiaba lo que luego ocurrió.

También me impactó porque yo no vengo de esa cultura, yo consideraba que las feministas eran mis compañeras de lucha. No he creído mucho en eso de la sororidad, pero sí en cierto comportamiento feminista y en la posibilidad de establecer lazos entre nosotras. Pero a partir de ahí, cualquier intento de mediación fue imposible.  Intenté tender un puente entre el feminismo más joven de Podemos y el feminismo más clásico o ilustrado del Partido Socialista. De hecho, yo me consideraba del feminismo clásico, pero fue completamente imposible, no hubo opción. Siempre que invitábamos a una feminista a dar una charla o la dábamos un premio, terminaba insultándonos públicamente; gente que venía y decía que este ministerio es ilegítimo. Era un infierno. Me recordaba mucho a lo que vivió Bibiana Aído en sus primeras épocas y, además, tengo que decir que hecho por las mismas personas. En su momento estas personas quisieron quitar a Aído porque no les gustó que Zapatero nombrara a una feminista que no venía del feminismo tradicional, que era una mujer joven, y ahora querían hacer lo mismo con nosotras porque no éramos del PSOE.

La gente joven que estaba en el Ministerio no tenía esas raíces dentro del feminismo cásico por su juventud; tenían raíces en otro feminismo, venían de las asambleas, del 15M, digamos que tenían una red más amplia. Yo vengo del feminismo ilustrado, clásico, con amistad y relaciones con esas otras feministas, pero hacer entre ellas un puente fue imposible, no había manera humana de que nada saliera como directora del instituto. Pasé muchísima angustia y muchísimo dolor personal; me supuso un desgarro enorme ver amigas que, de un día para otro, pasaron a insultarme sin solución de continuidad, sin decirme nada. La experiencia del instituto y lo que se estaba formando respecto a la cuestión trans y al feminismo en general, ha sido desgarrador para muchas de nosotras, pero para mí en lo personal, no solo en lo político, porque muchas de ellas eran amigas mías. Además, enfermé de Covid bastante grave, tuve un Covid largo.

Encima, hubo campañas de extrema derecha, OK diario fue brutal contra Podemos. Hubo una campaña concretamente de OK diario contra mí. Se sacaban frases descontextualizadas de mis libros, una ridiculización de mi persona a través de mi obra. Mis padres lloraban y mi hermano me dijo que había tenido que sacar a su niño del colegio porque me insultaban los compañeros de clase. OK diario me convirtió en una especie de persona ridícula que escribía ridiculeces. Me rompieron el coche a martillazos, sufrí agresiones físicas, me perseguía gente de extrema derecha por la calle con micrófonos, incluso durante un tiempo la policía me puso vigilancia porque había tenido amenazas y, como digo, alguna agresión. En un momento dado recuerdo que tuve un encontronazo en la calle con Javier Negre, un tipo que trabaja para una cadena de extrema derecha, y subí en un estado de ansiedad enorme a mi despacho; decidí que no podía seguir. Le dije a Irene (la ministra Irene Montero) que no podía seguir y me propusieron volver a la asamblea.

Los ataques no eran especialmente por mi persona, era por ser de Podemos. El Instituto, digamos, era una pieza a cobrarse dentro del Ministerio. El objetivo era el Ministerio de Igualdad y si podían acabar conmigo, pues eso que se apuntaban. El Ministerio de Igualdad, en aquel momento, era un espacio donde vi muchísimo sufrimiento, muchísimo dolor. Estábamos asediadas por la extrema derecha, por la derecha y por una parte del feminismo. Y bueno, ellas son jóvenes, tienen mucha más fuerza.

Dimite en marzo de 2021 para integrarse en la lista electoral de Podemos a las elecciones autonómicas de Madrid y desde aquella es diputada en la asamblea, cargo que ostentará hasta 2023. Toda esta violencia y velocidad le han pasado factura a nivel de salud. Beatriz está en el último tramo de su participación en la política partidaria, o eso siente ahora.

Me rompí un poco. Me dieron una baja porque estaba muy cansada y no me recuperaba. No me he presentado a nada en las elecciones de 2023 y dejo la política.  Tengo ganas de tranquilidad y de volver a mi trabajo en el Ayuntamiento de Madrid, de ser yo otra vez una persona normal con su tiempo libre. Recuperar una vida normal, porque lo que he vivido en los últimos diez años ha sido un acelere continuo y un estrés permanente que quiero olvidar, si es posible, y dejar atrás.

Me produce mucho miedo la manera en que se están expresando algunas posiciones políticas actuales, de un sectarismo extremo, de un dogmatismo terrible. Me produce miedo cuando se expresan desde posiciones teóricamente de izquierdas. Y todo lo que conllevan los insultos, la agresividad extrema con que se expresan; me produce miedo y ansiedad. Me da la impresión de que tienen mucho en común con posiciones muy de extrema derecha.

Quiero vivir fuera de Madrid. He descubierto las ventajas de la jardinería, me ocupo mucho de un jardín que tengo.  Quiero escribir algún libro que tenga que ver con esta etapa; han escrito libros Errejón, Pablo Iglesias, Sergio Pascual, Echenique está escribiendo …, pero no se ha escrito un libro que cuente la interna feminista en Podemos.

Tranquila, sobre todo quiero estar tranquila.

Ha dedicado su vida a incidir y trabajar en líneas fuera de la corriente principal o hegemónica, con un claro impacto práctico en el avance en materia de derechos humanos. Ha plantado y regado semillas de debate y acción sobre los temas LGTBI y feminismo. Se puede decir que Beatriz es una gran estratega, pues su mirada y acción han acertado, muchas veces contra todo pronóstico o ambiente político.

Mi mayor logro conocido es mi participación en la lucha por el matrimonio igualitario, que yo creo que fue muy importante. Junto con muy pocas personas diseñamos la estrategia a seguir; ahí yo tuve un papel importante del que me siento orgullosa. A un nivel menos visible, que seguramente no se conozca, considero que mi mayor logro fue mi aporte a que el feminismo sea importante en Podemos, que tenga una importancia central en el partido.

De lo que estoy más orgullosa es de lo del matrimonio igualitario, pero, a estas alturas, casi diría que mi mayor orgullo es haber sobrevivido, porque de verdad que ha habido momentos en que lo he pasado francamente mal y que psicológicamente he estado muy al límite. Haber contribuido, haber luchado todos estos años en un movimiento que, con sus sombras, ha traído muchas luces y ha cambiado mucho la política de este país. Mi mayor logro, mi mayor orgullo es lo que he hecho toda mi vida, lo que he luchado, y que nadie pueda decirme nada ahora que dejo la política sobre privilegios obtenidos por haber participado en la misma.

Discreta, valiente, conciliadora, estratégica, Beatriz es un ejemplo de coherencia y lucha permanente por los derechos humanos, desde el estudio y la reflexión intelectual a la acción. Su historia es la de anteponer los derechos de la mayoría, a los privilegios.

Beatriz está cansada. Lo ha estado antes. Pero sin duda en el descanso plantará otra semilla que germinará, y nos sorprenderá como lo ha venido haciendo de década en década.

 *Entrevista realizada el 7/11/2022 virtualmente (yo desde Tegucigalpa y Beatriz en Madrid) y revisada por Beatriz Gimeno en diciembre de 2022. Este artículo puede ser reproducido total o parcialmente citando a la autora.


[1] El 3 de julio de 2005, bajo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), entró en vigor la ley 13/2005, por la que se modifica el código civil en materia de derecho a contraer matrimonio, abriéndose esta institución a las personas del mismo sexo y convirtiéndose España en el cuarto país del mundo en hacerlo. Aunque la misma fue recurrida por el Partido Popular al Tribunal Constitucional, sigue vigente y goza de un amplio consenso social. https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2005-13609, https://elpais.com/sociedad/2005/06/30/actualidad/1120082402_850215.html

[2] La Institución Libre de Enseñanza (ILE) es un proyecto pedagógico que se desarrolló en España desde finales del siglo XIX hasta 1939 con un rol muy importante en la renovación pedagógica y en la vida intelectual española. Fue atacada por el franquismo, con el que tenían valores opuestos.

[3]https://www.elpenta.com/movida-madrilena/ ; https://xn--malasaa-9za.com/historia/la-movida-madrilena/ ; https://www.lasexta.com/programas/sexta-columna/noticias/cuando-tierno-galvan-transformo-el-conflicto-de-las-calles-en-un-lugar-ludico-acercandose-a-los-jovenes_202002075e3dbcee0cf262a999b56550.html ; https://www.youtube.com/watch?v=jO6LRfEYhwU

[4] Felipe González (Sevilla, 1942) es un político español del PSOE que fue presidente de España entre 1982 y 1996.

[5]Empar Pineda Erdozia (Hernani, 1944) es una feminista lesbiana histórica.  https://www.eldiario.es/sociedad/empar-pineda-lesbiana-si_1_9154902.html

[6] María Dolores  (Boti) García Rodrigo (Madrid, 30 de mayo de 1945), , es una reconocida activista por los derechos LGTBI, fue presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) y de COGAM. Ocupa el cargo de directora general de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI del Ministerio de Igualdad, bajo la dirección de Irene Montero

[7] Beatriz Gimeno Reinoso (sin fecha). El matrimonio entre personas del mismo sexo. Cuadernos del Ateneo https://mdc.ulpgc.es/utils/getfile/collection/cateneo/id/509/filename/731.pdf

[8 El 11 de marzo de 2004, 3 días antes de que se produjeran las elecciones generales en España, se produjo en Madrid un atentado terrorista con 192 víctimas mortales y un gran número de heridos, que conmocionó el país. Fue el primer atentado de corte yihadista en el país, aunque el Partido Popular, que gobernaba entonces, especuló sobre la autoría del mismo de ETA. Los atentados (que parte de la población vinculó al rol del gobierno en la guerra de Iraq) y el manejo de la información sobre los mismos por parte del gobierno, impactaron en el proceso electoral de esos días.

[9] Beatriz Gimeno (2008). El matrimonio entre personas del mismo sexo: un recorrido ético y reivindicativo. https://beatrizgimeno.es/2008/11/30/el-matrimonio-entre-personas-del-mismo-sexo-un-recorrido-etico-y-reivindicativo/

[10]https://elpais.com/elpais/2021/05/12/album/1620811148_178548.html

[11]http://www.democraciarealya.org.es/

[12]https://www.infolibre.es/veranolibre/gran-recesion-2008-crisis-cuya-factura-pagando-todavia_1_1186807.html

[13]https://podemos.info/

[14]https://partidox.org/

[15]https://www.publico.es/politica/pablo-iglesias-presenta-metodo-participativo.html

[16]Intervención de Beatriz Gimeno en el acto de Podemos en 2014 en el cine Palafox. https://www.youtube.com/watch?v=oz6fZTOz0FQ

[17]Carolina Bescansa (Santiago de Compostela, 13 de febrero de 1971), socióloga, politóloga, profesora universitaria y cofundadora de Podemos.

[18]https://www.inmujeres.gob.es/

[19] Íñigo Errejón Galván (Madrid, 14 de diciembre de 1983) es un politólogo y político español, fue cofundador y militante en varios movimientos sociales de izquierda, así como cofundador de del partido político Podemos, Más Madrid y Más país, en los que ha ocupado diversos cargos directivos.

[20]https://www.nytimes.com/es/2018/05/24/espanol/partido-popular-corrupcion-rajoy-gurtel.html

[21] Pedro Sánchez Pérez-Castejón (Madrid, 29 de febrero de 1972) es un economista, profesor universitario y político español del Partido Socialista Obrero Español, en el que ha ocupado varios cargos, incluyendo la secretaría general. Ha sido diputado y desde 2018 es presidente del gobierno de España.

[22]https://www.bellaterra.coop/es/libros/la-batalla-trans


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